El Cabernet Sauvignon de California

El Cabernet Sauvignon de California es el vino tinto más querido de Estados Unidos. En 2009, California prensó casi 450.000 toneladas de uvas Cabernet, una cantidad equivalente a una botella por persona para toda la población estadounidense. Y de esos millones de botellas de Cabernet 2009, la mayoría serán muy asequibles. Esta es la variedad tinta líder en la categoría de menos de $7 dólares por botella. Pero los vinos más raros, más prestigiosos y más caros elaborados en los EE. UU., y muchos dirían que los mejores, también son Cabernets de California. Estos vinos pueden ser tanto raros y elitistas como cotidiano y populares. Es como si Beethoven compusiera su Novena Sinfonía y luego se sentara al día siguiente a escribir Paparazzi para Lady Gaga.

Maridajes para el Cabernet Sauvignon de California

Trinchero Napa Valley: filete de flanco con hongos porcini y salsa de vino tinto

Bond Estates: Tarta de champiñones, calabaza y gruyere

Dana Estates: Tostadas de hígado de pollo con salsa de chipotle

Bodega Francis Ford Coppola: Pizza

Sbragia Family Vineyards: tofu frito con salsa picante de jengibre y sésamo

Hestan Vineyards: Salteado de ternera con jengibre fresco y en escabeche

Esto se debe en parte a la historia del Cabernet. Durante varios siglos, los mejores tintos con base de Cabernet de Burdeos han definido la grandeza en el vino. No es casualidad que cuando los enólogos de Napa Valley quisieron hacer vinos excepcionales en el siglo XIX, usaron esquejes de vid de Cabernet de Burdeos. Y ese prestigio ha ayudado a los vinos californianos económicos. En cierto sentido, Cabernet es más que una uva: es una marca.

Afortunadamente, el clima y los suelos de California, particularmente en el Valle de Napa, se adaptan increíblemente bien al Cabernet. De hecho, al menos en términos de atractivo masivo, California hizo mejor a Burdeos al tomar la uva más famosa y respetada del mundo y hacerla accesible también. El clima fresco con influencia atlántica de Burdeos produce tintos firmes y algo austeros, el epítome de la elegancia pero no necesariamente de la amabilidad. El clima más cálido de California conduce naturalmente a vinos más carnosos, afrutados y generosos. Preguntar qué estilo es innatamente mejor o peor es como preguntar si las acuarelas son innatamente mejores que las pinturas al óleo, o viceversa; son diferentes, eso es todo.

Y, sin embargo, algunas personas comienzan a preguntarse sobre el futuro del Cabernet Sauvignon de California. Los Cabernets más aclamados en estos días tienden a convocar palabras más apropiadas para formaciones rocosas (masivo, monumental, grandioso), la última entrega de una película de acción (dramático, fascinante, asombrosamente intenso) o, posiblemente, un gran sofá (aterciopelado, lujoso, voluptuoso). Es como si los enólogos hubieran tomado toda esa fruta generosa y la tentadora riqueza que California puede dar a la uva Cabernet y la hubieran llevado al extremo de haber creado un tipo de vino completamente diferente.