Aunque quizás no sea algo común, luego de una noche entre amigos puede quedar algo de vino sobrante. A sabiendas de que no es una bebida que debería conservarse por mucho tiempo luego de abrirla, lo ideal es no desperdiciarla. Más allá de la cocina un uso diferente pueden ser los jarabes de coctelería.
Los jarabes, también conocidos como siropes, son elementos muy importantes en este sector, pues pueden tener sabores que aportan notas y aromas a la preparación. En su versión más simple, solo requiere combinar partes iguales de agua y azúcar, las cuales se cocinan hasta espesar. A esto se le pueden añadir otros insumos, como menta, vainilla y más para brindarles diferentes gustos.
Este proceso también se puede hacer con el vino sobrante, bien sea tinto, blanco, rosado o espumoso, para hacer un sirope que se sume a una receta de coctelería.
La mixóloga Ivy Mix, quien trabaja en los bares Brooklyn’s Leyenda y Speed Rack, indica que cada vez es más popular usar el fermentado de uvas con estos fines. “En bares o en casa, hacer jarabe de vino es una excelente manera de lidiar con esas botellas abiertas que no se pueden volver a servir”, dice.
Al igual que en el caso del jarabe simple, solo hay que mezclar vino y azúcar en partes iguales. Calentar ambos insumos en una olla a fuego medio mientras se remueve constantemente hasta que tome la textura deseada. Una vez listo, se deja enfriar y se puede guardar por un mes en un ambiente fresco.
Algunas consideraciones más allá del vino sobrante
Aunque se pueda tomar como una alternativa para no desperdiciar nada de la bebida, también se puede hacer por puro placer. Si se es amante de la mixología, se puede escoger una botella con el fin único y exclusivo de hacer jarabe.
Anthony Escalante, del bar de Wrigley Mansion, comenta que lo ideal es “buscar un vino que despierte su interés”. Ya que el sirope será un reflejo de la bebida, se puede optar por una botella que se adapte a sus gustos y que tenga perfiles de sabor específicos.
“También se pueden agregar otros elementos, como ralladura de limón y naranja o especias. Solo asegúrate de colar los sólidos cuando hayas terminado”, explica la bartender Chantal Tseng. Los expertos también aconsejan cuidar la temperatura de cocción, que no debe ser muy alta para evitar que la preparación se caramelice.
Por otro lado, en caso de elaborarlo con vinos espumantes como champán, cava o prosecco, lo ideal es dejarlos reposar un momento para que pierdan su efervescencia. Esto en caso de que se trate de una botella recién abierta.
Fuente Cocina y Vino