Hay técnicas de todo tipo para ser más feliz en nuestro día a día. Uno de los mejores, sin duda, es pasar tiempo con nuestros seres queridos, así lo constató un estudio de Harvard que duró décadas. Pero a veces no tenemos tiempo para quedar con ellos, o vivimos en ciudades distintas, y esa gran ayuda no es posible.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Si nos sobran algunas horas y ganas en la semana, podemos recurrir al deporte, recomendado por todos los expertos para estar sanos física y mentalmente. Pero otra vez, hay quienes no se sienten capaces de empezar con una rutina y buscan técnicas más fáciles. ¿Existen?

La experta Diana Raab de Psychology Today tiene una lista que demuestra que sí. Al hablar del cuidado personal, y de su importancia para nuestro bienestar, menciona rituales que son sencillos y que todos podemos hacer en casa o incluso en la oficina si lo necesitamos.

Por ejemplo, podemos comenzar estando “conectados con nuestra respiración”, siendo conscientes de cada movimiento, incluso podemos hacer ejercicios respiratorios de un par de minutos con aplicaciones. Esto nos calmará, relajará, y nos hará sentir mejor.

Algo tan sencillo como pasar tiempo con nuestra mascota también puede ser de gran ayuda, su cariño nos hace felices e incluso hay estudios que aseguran que el ronroneo de los gatos nos relaja y puede hasta disminuir dolores musculares.

La meditación es otra gran aliada entre las múltiples técnicas para sentirse mejor y ser feliz. Hoy en día existen multitud de aplicaciones que nos pueden guiar en el aprendizaje de la meditación, hasta hay series en Netflix al respecto y los ejercicios de respiración pueden ser el primer paso en el camino hacia métodos más completos para meditar.

A veces las acciones más pequeñas o sencillas pueden tener los mayores efectos. Así que si quieres empezar por algún lado, puedes probar estos recursos recomendados por los expertos. Seguro que notarás la diferencia en el momento y a largo plazo.

  • Meditar
  • Pasar tiempo con nuestra mascota
  • Pasar tiempo al sol
  • Conectar con nuestra respiración
  • Tomar un baño relajante

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