La pera, tan deliciosa y nutritiva

No es secreto que la pera es una fruta con un elevado contenido en agua. De hecho, es un complemento ideal en la alimentación normal, gracias a que posee grandes cantidades de minerales y celulosa. Incluso, yendo más allá, es una fruta rica y muy tolerada por casi todas las personas, siendo uno de los alimentos menos alergénicos.

Tenga en cuenta que la pera inmadura es difícil de digerir y tiene efecto laxante, mientras que la madura ejerce un efecto diurético y son muy digestivas.

Ahora bien, la experiencia médica indica que a pesar de que las crudas resultan pesadas para algunas personas con afecciones en el conducto gastrointestinal, cocidas son de fácil digestión y no producen flatulencias. Sin embargo, las personas saludables deberían optar por las crudas, ya que de esta manera se evitan posibles pérdidas del valor nutritivo tras la cocción.

A la pera se le considera un alimento remineralizante, porque su numerosas sales ayudan precisamente a estructurar diversos principios minerales que componen los tejidos. Aparte, sus altos niveles de potasio, junto con la falta de sal, hace que sea una fruta conveniente en la dieta de los hipertensos o de aquellos que sufren edemas.

Cómo conservar la pera

Quizás en algún momento se le haya hecho complicado encontrar en el mercado la pera bien madura. Trate de escoger aquella que presente un color verde pálido o amarillo con un toque rosado. Si es aromática y el cuello cede un poco a la presión es señal de que está en su punto. No se deje llevar por las manchas marronáceas y los cortes estropeen su aspecto, no alteran su calidad.

La pera es bastante delicada y perecedera. Así que, la inmadura debe ser conservada a temperatura ambiente, y una vez alcanzada la madurez, consumirla de una vez o mantenerla en la nevera no más de cuatro días. Tenga en cuenta que hay algunas variedades no cambian de color en ese proceso de maduración.

No deben apilarse unas sobre otras ni conservarse en recipientes herméticos, dado que el gas de etileno que emite esta fruta durante la maduración acelera su deterioro. Otra cosa, esta fruta no soporta bien las temperaturas de congelación. Así que no lo haga, salvo que estén escaldadas o en puré.