A quién no le gusta tener una buena botella en casa? Para muchos es habitual guardar un ejemplar para ocasionalmente gozar de una noche de copas. Los más conocedores de la bebida seguro estarán al tanto de las mejores maneras de conservarla, sin embargo, otros menos expertos tendrán sus dudas. Para estos últimos, es importante saber que lo mejor es no guardar el vino en la nevera.
Mientras no se haya descorchado la botella, no se debe llevar al refrigerador. Esto último solo debe hacerse unas cuantas horas antes, las suficientes para enfriar la bebida previo a su disfrute. El sommellier argentino Diego Di Giacomo explica los motivos.
Evite reservar el vino en la nevera
El frío, enemigo del corcho
Las bajas temperaturas del electrodoméstico llevarán a que el corcho se endurezca y se reseque. Esto resultará en la pérdida de la hermeticidad del mismo, permitiendo la entrada de oxígeno que hará que la bebida se oxide de forma prematura.
A su vez, el frío genera una desestabilización en el vino. Di Giacomo indica que las moléculas presentes en la bebida, más aún en los tintos, tienden a asentarse en el fondo del recipiente. Por lo tanto, se terminará “generando gran cantidad de borras, provocando un claro desbalance, afectando el color, el sabor y la estabilidad del vino”.
Llena de olores
En los refrigeradores es habitual guardar diferentes alimentos e insumos que generan olores. Estos podrían penetrar el contenido de la botella, a raíz de la contracción del corcho por el frío.
Además, esto mismo es un factor que hace que allí se alberguen diferentes microorganismos que pueden invadir el líquido.
Un sitio incómodo
Es bien sabido que la mejor posición para reservar un ejemplar es de manera horizontal. Al dejar el vino en la nevera, es posible que, por la poca disposición de espacio, se tienda a colocarlo verticalmente, lo cual no es beneficioso para la bebida.
Por otro lado, las vibraciones, ocasionadas por el movimiento del motor y las constantes veces en que se abre la puerta “afectan la serenidad que deben poseer los vinos durante su estancia en la botella”, explica Di Giacomo.
Las recomendaciones
El sommellier también destaca las consideraciones a tener en cuenta para reservar el vino.
Presencia de humedad: Esto mantendrá el corcho en su estado óptimo, evitando que se reseque y dé entrada al oxígeno.
Siempre horizontal: Como se mencionó con anterioridad, el consejo es dejar acostada la botella en todo momento.
Temperatura moderada: Esta debe ser constante y mantenerse entre 14 y 15 grados.
Ausencia de olores y agitación: Es importante que la botella esté en un ambiente limpio y totalmente en calma.